Limpieza de la lámina galvanizada

La lámina galvanizada en Hermosillo es uno de los materiales de construcción más utilizado para los techos de naves industriales, almacenes, albercas, entre otros espacios. El acero galvanizado tiene una gran resistencia a la corrosión, la humedad, la oxidación y los elementos ambientales comunes e industriales.

Gracias a su gran resistencia y características, requieren de un bajo mantenimiento, aunque una limpieza periódica es fundamental para garantizar su largo periodo de vida útil. Hay varias formas de tratar diferentes tipos de manchas o marcas. Se recomienda que los tratamientos de limpieza de la galvanización sean conservadores al principio y luego, si la situación lo requiere, el tratamiento puede ser cada vez más agresivo. También es importante que, siempre que se requiera algún tipo de abrasión mecánica, se use un cepillo de cerdas de plástico duro. Los cepillos de cerdas de acero no se deben usar, ya que causarán decoloración y daños al galvanizado.

Es importante tener en cuenta que los métodos mecánicos de limpieza de superficies de zinc pueden causar problemas estéticos. Es probable que las áreas «limpiadas» contrasten con las superficies adyacentes no tratadas y pueden tomar un periodo de tiempo significativo para que el clima adquiera un color uniforme. Si la estética es una gran preocupación, es recomendable probar primero el método de limpieza en un área poco visible en caso de que el efecto estético no sea atractivo.

Para la limpieza general de contaminantes, como la suciedad y similares, se pueden usar jabones de lavandería comunes de manera satisfactoria. Para áreas más difíciles o grandes el uso de un lavado a baja presión con agua pura o en combinación con materiales de limpieza puede ser efectivo. Los limpiadores especializados están hechos para minimizar la corrosión en las láminas metálicas, por lo que generalmente son adecuados para su uso en acero galvanizado, aunque es importante que el acero se limpie con agua después de la limpieza.

Las pinturas, como el aerosol, se pueden eliminar con diluyentes que no provoquen corrosión. Si se requiere algún tipo de raspado, use raspadores de plástico o de madera, no elementos de metálicos. Si la pintura está húmeda o fresca, entonces se pueden usar diluyentes normales. Una vez que la pintura se haya endurecido, se puede usar un decapante no alcalino. Nuevamente, es importante enjuagar bien para eliminar los residuos que pueden causar decoloración más adelante y/o fomentar la corrosión.

Los periodos de limpieza se deben realizar cada que se consideren necesario, aunque se recomienda realizarla al menos una vez al año para evitar cualquier tipo de corrosión o daño a las láminas galvanizadas. Para conocer más sobre el cuidado de este material, comuníquense con su proveedor.

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